Los espacios públicos, en una economía emergente como el Medio Oriente, son un tema importante para la matriz urbana y también para ayudar a establecer valores ciudadanos como la tolerancia y el respeto. Mientras que en las comunidades centrales del mundo estos espacios se han consolidado a través de años de educación democrática y de inversiones en infraestructura, en algunas de las ciudades del hemisferio sur los arquitectos, diseñadores y desarrolladores están orientados a repensar estos espacios.
Creemos en que todas las propuestas urbanas y públicas son una forma de consolidar la democracia y los valores republicanos en una sociedad multicultural. En este caso particular, se trabaja con un lugar cubierto, abierto y simple, que se construye a través de una lámina de hormigón apoyada en sí misma y en las columnas de colores, lo que crea límites o áreas específicas.
El proyecto permite disponer de un nuevo espacio público, que podría ser utilizado para espectáculos públicos y también como una future extensión del mercado. Esto funciona como una plaza elevada, que podría ser utilizada para el ocio, como cine, teatro y presetaciones musicales.
El edificio fue creado como un origami, conviertiendolo un edificio emblemático que también crea una diferencia con el entorno en términos formales y tectónicos. Nuestra hoja de concreto hace posible resolver el problema utilizando sólo este element, que funciona como techo, terraza, rampa, estructura y creando límites.
Arquitectos
Pablo Medinaceli, Victoria Fernández, Juan Cazado, Miqueas MontiUbicación
Casablanca, MarruecosColaboradores
Antonella Brugnera, Sharlene ZardanAño Proyecto
2012Fotografías
Courtesy of Estudio DWGBA